martes, 17 de abril de 2018

Jaque mate a la paz



Luego de casi año y medio de firmarse la paz en el teatro Colón, lo único que se puede anotar de este proceso es la disminución notable de los heridos de guerra, los bombardeos y la destrucción que deja la guerra. Después de que la guerrilla entrego las armas a la ONU, son nulos los avances que se han dado en temas fundamentales como la reinserción de los ex guerrilleros, la puesta en marcha de proyectos productivos, como temas esenciales para un proceso exitoso.

Por otro lado, los temas fundamentales como el derecho a la tierra, las transformaciones sociales, la ley de víctima, participación política (16 curules para víctimas), la reforma política, han venido sufriendo un progresivo desmonte por parte de La Corte cuando le dio vía libre al congreso para modificar los acuerdos, estos enemigos naturales de cualquier cambio social y la justificación de la existencia de la guerrilla, hicieron de las suyas con lo acordado, lo acomodaron a sus intereses, ya sabemos que más de un congresista pillo, se ha adueñado de tierras de forma fraudulentas, entre otras prácticas delictivas, que desde luego, no están dispuestos a perder lo ganado ni a ceder su silla en el congreso, para quienes quieren participar de forma honesta.

En este mismo escenario se encuentra el tema de la JEP la justicia especial para la paz, como se acordó es que todos los involucrados en el conflicto debería pasar por este tribunal, como también los que actuaron en la sombra, quienes ordenaron masacres, desplazamiento, amenazas y desapariciones forzadas, con el fin expreso de obtener réditos económicos o políticos, en este escenario, también deberían comparecer los medios de comunicación, iglesia y multinacionales, esto con el fin de que por fin se pudiera identificar a quienes ejercieron violencia y se amparaban en la fachada de respetables personalidades. Pese a esto, el congreso actúo contrario y dejó sin vía la participación de estos criminales, por lo que se supone seguirán sin recibir justicia y procediendo de acuerdo a sus negocios.

El que La Corte, el Congreso sin olvidar la ultra derecha, hayan modificado los acuerdos, demuestra que lo ocurrido en La Habana no tuvo ninguna validez y que la guerra y la paz la siguen definiendo los mismos que la iniciaron y que la FARC ahora convertidos en partido político, va a tener una pobre participación en el gobierno con 10 congresistas no va a poder hacer oposición, esto en el plano político fue lo único que se acordó y el gobierno feliz, de no tener que ceder algunas embajadas ni otros puestos burocráticos donde algunos ex guerrilleros podrían empezar a diseñar proyectos sociales, bueno lo que pasa es que las embajadas son diseñadas para enviar a los delincuentes del gobierno y así torpedear las investigaciones, la cara de Colombia en el exterior.

Caso Santrich

Lo sucedido con el caso del ex guerrilleros Santrich, se está demostrando en primer lugar, que seguimos siendo gobernados por los gringos, son quienes nos dictan leyes y las debemos cumplir, o sino caerá sobre nosotros el peor castigo, no es extraños que la DEA opere en Colombia como amo y señor y peor aún, que les estén haciendo seguimiento a los líderes de la FARC, para ver a qué horas caen en el señuelo o la trampa, y así tener el argumento sólido de que siguieron delinquiendo por esa razón serán llevados a comparecer ante un juez en EEUU.  

De esta forma el gobierno no tiene que cumplir lo acordado y los ex guerrilleros de base sin tener ningún respaldo ni encontrar un cambio en su situación económica que en muchos casos fue el motivo de su ingreso a la guerrilla, retornaran a su oficio, con ello, los amantes de la guerra felices, se reanuda su negocio y ganancias.

Algunos analistas han afirmado que con la captura de Santrich se demuestra que la justicia tiene competencia para juzgar a los guerrilleros que sigan delinquiendo, no se necesitaba de una captura para demostrar la competencia de la justicia gringa, para que al interior se diga que el que la hace la paga, esto también, está en entredicho, pues, varios congresistas siguen campantes y la justicia no los ha llamado a pesar de existir procesos de 20 años atrás, la eficiencia de la justicia.

El tema Santrich, también, evidencia la división que hace ya un tiempo Timochenko planteo, la línea dura y la blanda al interior del partido, sin olvidar que es el único crítico sobre el acuerdo de paz, el incumplimiento por parte del gobierno, la deformación que han tenido el texto y todo lo que ha venido ocurriendo con el accionar paramilitar, la libertad de los presos, contrario a los otros jefes, que se han acomodado con las migajas que les ha ofrecido el gobierno y su permanencia en la capital, por lo demás, sus quejas no se han escuchado, como tampoco, el respaldo a su compañero de lucha, ya no se actúa en colectivo sino de forma individual.

Una posible extradición de Santrich sin duda sería un duro golpe no solo al acuerdo de paz, sino al interior del partido, posiblemente este sufriría una grieta, obligando a muchos ex guerrilleros a volver a lucha por falta de garantías, sin olvidar, que el liderazgo que un día existió se ha venido perdiendo, tras la muerte de Alfonso Cano, Timochenko ha venido fungiendo como comandante en jefe, pese a esto, su liderazgo se ha venido perdiendo no solo por cuestiones de salud, sino su falta de carisma, de conocer a los miembros de su partido, a su discurso moderado frente al gobierno y los cambios sociales. Igual pasa con Márquez, su distanciamiento con los guerrilleros de base,  el acomodamiento en Bogotá, como si el verdadero logro revolucionario fuera vivir en la ciudad, esto permite prever que el partido político puede haber nacido muerto.

No es solo una crisis por la que se está pasando, sino la definición de un partido, que carece de experiencia, cuenta con una oposición feroz de todos los sectores políticos de izquierda y derecha, pero que además, debe solucionar la crisis interna, las roscas que se han venido formando, esto permite prever que solo un grupo minoritario es el que ha participado, mientras los demás ya son parte de la reserva, donde lo único que les espera es el mercado del rebusque.

Finalmente que el gobierno no le cumpla al proceso de paz o que el nuevo gobierno termine con lo poco que queda, no solo está reciclando un conflicto que hasta el día de hoy de niega a morir, sino que abre la puerta a un conflicto diseminado, con características diferentes, actores de toda índole, donde no solo sea una disidencia, sino muchos grupos que compiten entre sí por el poder y los recursos naturales, que estarán dispuestos a todo.